miércoles, 18 de marzo de 2015

La novela española actual (Desde 1975)



La narrativa española posterior al año 1975 supone una reacción contra el experimentalismo de la novelística anterior: se vuelve a la narratividad porque lo que se desea, por encima de todo, es contar historias. Esto se traduce en los siguientes aspectos:

·    * Se simplifican las estructuras narrativas, eliminándose la forma de “puzzle” característica de la etapa anterior.

·       *  Recobra su importancia el argumento y los personajes. Se cuenta una historia completa y cerrada.

·    *Se vuelve al tipo de narrador tradicional, en primera o en tercera persona, pero sin mezclar ambas y sin utilizar la segunda persona.

·        * Se abandona el discurso ideológico o político.

·     * Se retorna al realismo, si bien este se amplía a nuevos horizontes, en los que tienen cabida lo onírico y lo fantástico (como elementos que también forman parte de la realidad).

Más allá de estos rasgos, si hay algo que caracteriza a la narrativa española contemporánea es su pluralidad. Los viejos géneros se retoman y se renuevan, dando lugar a todo tipo de “neos” (principalmente, neorrealistas) y cobra importancia el tema de la Guerra Civil y sus consecuencias.


Como géneros destacados, cabe mencionar la novela histórica (Arturo Pérez Reverte), la policíaca o de intriga (en la que destacan grandes autores como Eduardo Mendoza o Antonio Muñoz Molina) y la fantástica (Ana Mª Matute, con obras como “Olvidado rey Gudú” o Alberto Sánchez Piñol, con títulos como “La piel fría”, encajarían dentro de este género que presenta numerosas variantes).